CÍRCULO DE LECTORES

Lograr que los niños accedan a la lectura con placer, no es por cierto y tal como están las cosas, tarea fácil, sin embargo, tampoco una utopía.
A los chicos les gusta leer, es falso que no les guste. El tema está en qué les ofrecemos para leer y qué entendemos por lectura, pero aún, cómo los motivamos a leer y así convertirse en verdaderos lectores, críticos literarios.
La lectura primero es placer, primero es entendimiento, primero es ganas de pasarla bien. Para eso, los chicos necesitan que el texto logre “meterlos” con las mismas ganas por ejemplo, como se meten en una secuencia de dibujos en la televisión.
Está claro que no se consigne nada con imponerles a ellos un texto porque cumple con nuestra currícula. Porque para que los chicos puedan decir qué prefieren, debemos darle a elegir; para que elijan verdaderamente, debemos darles libros variados.
Raras veces los chicos pueden elegir qué leer, raras veces pueden consultarse entre ellos, raramente recomendarse entre sí algún libro que hayan leído primero, sencillamente porque carecen del hábito lector, porque carecen de modelos y de un espacio real para tal fin.
Para saber qué leer, es necesario ver y para ver y poder elegir, tiene que haber muchos libros, muchos materiales de lectura, buenos y malos, lindos y feos, viejos y nuevos. Uno no puede elegir sobre lo que no conoce, porque eso es una falsa elección, es en realidad, una imposición solapada.
Cuando hablamos de material de lectura, hablamos de todo lo que sirva par leer: artículos de diarios y revistas, propagandísticos, textos, panfletos, libros de ciencias, de historia, enciclopedias, diccionarios, cartas, etc. Y también mucha, mucha literatura a la cual apunta este proyecto en realidad, sin dejar de lado todo lo demás.
Todos los libros necesitan de alguien que los leas, que los eche a andar, que los recree, pero mientras más nos acercamos al libro literario, artístico, estético, es decir a la obra literaria, más se fortalece la función del lector, más se hace necesaria su colaboración para recrear sus múltiples sentidos, sus múltiples lecturas. Es ahí cuando el libro se convierte en juguete y la lectura en un juego.
Para que la lectura sea un juego tiene que ser capaz de promover, de movilizar, de desestructurar, de dinamizar el mundo.
De allí la necesidad de apelar a una literatura abierta, plural, que permita la formación de un lector crítico. Para ello, es imprescindible eliminar como pautas inmóvibles aquellas que importan a un criterio exclusivamente adulto, la apertura a modelos flexibles, con una base cultural que apoye la proyección de YO del lector infantil, permita el crecimiento y el reconocimiento de una auténtica personalidad.

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Chicos del Colegio Siglo XXI de San Carlos de Bariloche (Río Negro-Argentina) están llevando a cabo este proyecto desde el 2008 con gran entusiasmo y éxito. Los invitamos a explorar el blog en el que se vuelcan algunos de sus trabajos. Hagan click AQUÍ y diríganse a Blog de los chicos: CÍRCULO DE LECTORES. Por favor, dejen sus comentarios. Gracias.