Médicos Sin Fronteras necesita de la ayuda de los chicos... Te preguntarás cómo pueden ayudarlos. Simplemente conociendo quiénes son y qué hacen a través del juego Y comieron felices que tiene como objetivo que aprendamos y nos concienticemos del problema de hambre que tienen otros niños en el mundo.
Prepararemos nuestro pasaporte, nos vacunaremos, tomaremos nuestro antimosquitos y nos embarcaremos en un viaje virtual a Níger para conocer la labor de los médicos que ayudan allí a los niños que están enfermos. Tendremos que ir superando pruebas y respondiendo a preguntas para pasar a la siguiente fase e ir ganando puntos.
En este juego podremos ayudar a los niños para que como en un cuento “coman felices”.
Para adentrarse en tema es necesario que los niños tengan un acercamiento sobre lo que significa estar bien alimentado y gozar de buena salud. En este enalce encontrarán material elaborado por niños de 5to y 6to grado para otros niños.
Alimentación y Salud
Celiquía
Punto de encuentro para personas inquietas e interesadas por mejorar la enseñanza primaria con ganas de intercambiar recursos, experiencias e ideas innovadoras.
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lunes, 5 de septiembre de 2011
Y COMIERON FELICES
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lunes, 17 de septiembre de 2007
Por los Chicos
Asociación Civil Por Los Chicos
"Por los chicos" (PLC) es una Asociación Civil Sin Fines de Lucro, sin afiliación política ni religiosa, que desde el año 2001 trabaja para combatir el hambre de los chicos carenciados de nuestro país, Argentina.
En PLC utilizan el poder de internet y de la publicidad para una causa humanitaria: adminsitran y operan el sitio independiente porloschicos.com, a través del cual recaudan fondos para asistir con alimentos a comedores y hogares infantiles de Argentina.
Por ser una Asociación Civil Sin Fines de Lucro, Por los Chicos no reparte ganancias. Inclusive, ninguno de los directores, colaboradores e integrantes del equipo de PLC obtiene una remuneración por su trabajo en la organización. Gracias a acuerdos logrados con empresas que cubren sus costos operativos (por ejemplo donando el alojamiento del sitio web), el 100% de los fondos recaudados en porloschicos.com se destina a proveer los alimentos con los que ayudan a los chicos carenciados.
Por Los Chicos pone en práctica en Argentina un recurso solidario que ya tiene otros referentes en el mundo. Por ejemplo, www.thehungersite.com, una exitosa página de internet norteamericana creada en 1999 con el propósito de hacer llegar donaciones de alimentos a la Organización Mundial de Comida, dependiente de las Naciones Unidas.
miércoles, 8 de agosto de 2007
¿Somos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos?
“El principio de la educación es predicar con el ejemplo”
Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781) Político y economista francés.
A esta frase no hay mucho más que agregarle. Roger Schank dice que se aprende haciendo pero a eso debemos incorporarle que se aprende también con modelos claros a seguir cuyos ejemplos sean dignos de imitar. Cuán carente está hoy nuestra sociedad de esta clases de modelos-adultos para que nuestros niños puedan forjarse como personas libres, respetables, responsables, comprometidas… Joseph Joubert, ensayista y moralista francés lo expresa claramente cuando dice que “los niños necesitan más de modelos que de críticos”.
¿Estamos dispuestos los adultos a asumir esta responsabilidad de ser modelos de nuestros hijos y/o alumnos? ¿Tenemos claro qué valores son los que rigen nuestra vida, nuestra conciencia y qué queremos que ellos aprendan? ¿Somos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos?
La institución educativa no es el único agente responsable de la educación de los valores. Las prácticas educativas familiares, los medios de comunicación y el propio contexto socio- político, ejercen igualmente un papel relevante.Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781) Político y economista francés.
A esta frase no hay mucho más que agregarle. Roger Schank dice que se aprende haciendo pero a eso debemos incorporarle que se aprende también con modelos claros a seguir cuyos ejemplos sean dignos de imitar. Cuán carente está hoy nuestra sociedad de esta clases de modelos-adultos para que nuestros niños puedan forjarse como personas libres, respetables, responsables, comprometidas… Joseph Joubert, ensayista y moralista francés lo expresa claramente cuando dice que “los niños necesitan más de modelos que de críticos”.
¿Estamos dispuestos los adultos a asumir esta responsabilidad de ser modelos de nuestros hijos y/o alumnos? ¿Tenemos claro qué valores son los que rigen nuestra vida, nuestra conciencia y qué queremos que ellos aprendan? ¿Somos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos?
Para que el trabajo con los alumnos tenga un verdadero éxito, es fundamental tener en cuenta que:
a) los docentes actúan como modelos, y que los valores que se aprenden son aquellos que se pueden vivir o experimentar.
b) los alumnos perciben con bastante claridad la distancia entre “lo que se dice”· y “lo que se hace”.
Con razón algunas personas ajenas al mundo educativo, cuando escuchan continuamente hablar de valores nos dicen “los valores hay que vivirlos”, y no sólo “predicarlos”, "dar conferencias" o "escribir sobre ellos”.
Ese reclamo que se le hace hoy a la escuela es el mismo que hace la escuela a la familia. Es evidente que de ambos lados queda claro que no son valores únicamente los que se declaran, sino sobre todo los que se manifiestan en conductas.
Para ampliar
MEDRANO C. ¿Es posible enseñar y aprender valores en la escuela?
Veinte consejos para educar mal a un hijo.
miércoles, 25 de julio de 2007
Lo que los maestros no se atreven a decir a los padres
A menudo se habla de las deficiencias del sistema educativo, pero los docentes también tienen verdades que muchas veces deben callar.
Una encuesta realizada en la Argentina por la consultora D’Alessio Irol reveló que los docentes de los tres niveles básicos están preocupados por el bajo nivel de exigencia de los padres en casa en cuanto al comportamiento de sus hijos, y porque se ha desdibujado el rol de la autoridad. En definitiva, por lo que algunos llamaron: una generación de padres “light”.
El sondeo fue realizado vía Internet entre 355 docentes en enero de 2006. Los maestros recibieron un listado de afirmaciones y debían indicar su grado de conformidad o desacuerdo con ellas. La frase que recibió más cantidad de adhesiones fue: A su hijo le faltan más límites en casa.
Esta misma encuesta sobre lo que los docentes no se animan a decirle a los padres fue realizada por Selecciones de Reader’s Digest en otros países con diversos resultados. Mientras que en Gran Bretaña figuró en primer lugar Ustedes no se ocupan de que sus hijos hagan las tareas para el hogar, en Australia y Alemania estuvo al tope de las preocupaciones de los maestros el escaso y pobre nivel de conversación en la familia.
84 % de los maestros desearía decir a los padres:
En su casa no hay suficiente diálogo. Sólo 15 minutos por día marcarían una diferencia.
El Dr. Ray, ex titular de la cátedra de Pediatría de la U.B.A, recomienda la “mesa familiar” como buen lugar para el diálogo, aprovechar especialmente los almuerzos o las cenas de los fines de semana. Se puede conversar de lo que sea- de las noticias del día, de lo que pasó en el colegio, de la economía, de las amistades… Además es muy importante acostumbrar a los adolescentes a expresarse cuando están en desacuerdo. Hay que enseñar a los chicos de hoy a decir su opinión de forma respetuosa cuando están en minoría, y hacerles saber lo que pensamos los padres sobre el mismo tema.
83 % de los maestros desearía decir a los padres:
Disfruto mucho de sus trabajos, pero es su hijo quien debe realizar la tarea.
Las cuatro frases que los docentes ubicaron en el primer lugar de sus preocupaciones: ausencia de límites, excesivas horas frente al televisor, falta de diálogo y que los padres hagan las tareas de los hijos, implican una crítica hacia el bajo nivel de exigencia, hacia la indiferencia y la falta de comunicación dentro de la familia. Además, es llamativa la coincidencia que hay al respecto no sólo entre docentes de los diferentes niveles de enseñanza, de primaria al polimodal, sino entre escuelas públicas y privadas. Todos mencionan la falta de límites y de comunicación.
79 % de los maestros desearía decir a los padres:
No se queje de que su hijo está sobrecargado. Si no estudia ahora, ¿cuándo lo hará?
Esta fue la frase que registró mayores diferencias entre Buenos Aires y las provincias. Apenas un 69% de los docentes porteños encuentra resistencia de los padres a una exigencia excesiva, mientras el 80% de los maestros del interior recibe quejas por la sobrecarga de tareas.
74% de los docentes desearía decir a los padres:
Si usted enseñase buenos modales en su casa, mi trabajo sería más sencillo.
“Muchas veces se cree que el respeto, los modales, las normas éticas, las buenas costumbres o como elija llamarles, son cuestiones pasadas de moda”, afirma María Marta Hall, presidenta de la Asociación Argentina para la Infancia.
Esta organización lanzó una campaña para difundir “doce reglas básicas de convivencia”. Se trata de un afiche que invitan a difundir entre padres, docentes y quienes trabajen con niños.
63% de los maestros desearía decir a los padres:
Por qué tengo que hacer reuniones de padres en mi tiempo libre si usted no se molesta en venir?
Llamativamente, esta cuestión figuró alta en las preocupaciones de los docentes, tanto en la Argentina como en Australia.
“La mayoría de los padres no ve el esfuerzo que ponemos en el trabajo fuera del horario escolar. Muchas veces tenemos que trabajar hasta la medianoche y los fines de semana en actividades que no son reconocidas por los padres”, expresa Justin Tan, un docente de Historia de Australia.
Otra cosita más…
Afirmaciones expresadas por los docentes:
* No sobrecargue a su hijo de actividades extra curriculares. Eso va en contra de su rendimiento.
* ¿Usted quiere a su hijo? Déle más cariño en la familia.
* Aunque su hijo parezca grande, todavía lo necesita.
* Los padres son los primeros educadores y no pueden delegar esa responsabilidad en terceros.
* ¡Ocúpese de sus hijos!
Fuente: Revista “Selecciones” – Marzo 2006, núm. 784
Una encuesta realizada en la Argentina por la consultora D’Alessio Irol reveló que los docentes de los tres niveles básicos están preocupados por el bajo nivel de exigencia de los padres en casa en cuanto al comportamiento de sus hijos, y porque se ha desdibujado el rol de la autoridad. En definitiva, por lo que algunos llamaron: una generación de padres “light”.
El sondeo fue realizado vía Internet entre 355 docentes en enero de 2006. Los maestros recibieron un listado de afirmaciones y debían indicar su grado de conformidad o desacuerdo con ellas. La frase que recibió más cantidad de adhesiones fue: A su hijo le faltan más límites en casa.
Esta misma encuesta sobre lo que los docentes no se animan a decirle a los padres fue realizada por Selecciones de Reader’s Digest en otros países con diversos resultados. Mientras que en Gran Bretaña figuró en primer lugar Ustedes no se ocupan de que sus hijos hagan las tareas para el hogar, en Australia y Alemania estuvo al tope de las preocupaciones de los maestros el escaso y pobre nivel de conversación en la familia.
84 % de los maestros desearía decir a los padres:
En su casa no hay suficiente diálogo. Sólo 15 minutos por día marcarían una diferencia.
El Dr. Ray, ex titular de la cátedra de Pediatría de la U.B.A, recomienda la “mesa familiar” como buen lugar para el diálogo, aprovechar especialmente los almuerzos o las cenas de los fines de semana. Se puede conversar de lo que sea- de las noticias del día, de lo que pasó en el colegio, de la economía, de las amistades… Además es muy importante acostumbrar a los adolescentes a expresarse cuando están en desacuerdo. Hay que enseñar a los chicos de hoy a decir su opinión de forma respetuosa cuando están en minoría, y hacerles saber lo que pensamos los padres sobre el mismo tema.
83 % de los maestros desearía decir a los padres:
Disfruto mucho de sus trabajos, pero es su hijo quien debe realizar la tarea.
Las cuatro frases que los docentes ubicaron en el primer lugar de sus preocupaciones: ausencia de límites, excesivas horas frente al televisor, falta de diálogo y que los padres hagan las tareas de los hijos, implican una crítica hacia el bajo nivel de exigencia, hacia la indiferencia y la falta de comunicación dentro de la familia. Además, es llamativa la coincidencia que hay al respecto no sólo entre docentes de los diferentes niveles de enseñanza, de primaria al polimodal, sino entre escuelas públicas y privadas. Todos mencionan la falta de límites y de comunicación.
79 % de los maestros desearía decir a los padres:
No se queje de que su hijo está sobrecargado. Si no estudia ahora, ¿cuándo lo hará?
Esta fue la frase que registró mayores diferencias entre Buenos Aires y las provincias. Apenas un 69% de los docentes porteños encuentra resistencia de los padres a una exigencia excesiva, mientras el 80% de los maestros del interior recibe quejas por la sobrecarga de tareas.
74% de los docentes desearía decir a los padres:
Si usted enseñase buenos modales en su casa, mi trabajo sería más sencillo.
“Muchas veces se cree que el respeto, los modales, las normas éticas, las buenas costumbres o como elija llamarles, son cuestiones pasadas de moda”, afirma María Marta Hall, presidenta de la Asociación Argentina para la Infancia.
Esta organización lanzó una campaña para difundir “doce reglas básicas de convivencia”. Se trata de un afiche que invitan a difundir entre padres, docentes y quienes trabajen con niños.
63% de los maestros desearía decir a los padres:
Por qué tengo que hacer reuniones de padres en mi tiempo libre si usted no se molesta en venir?
Llamativamente, esta cuestión figuró alta en las preocupaciones de los docentes, tanto en la Argentina como en Australia.
“La mayoría de los padres no ve el esfuerzo que ponemos en el trabajo fuera del horario escolar. Muchas veces tenemos que trabajar hasta la medianoche y los fines de semana en actividades que no son reconocidas por los padres”, expresa Justin Tan, un docente de Historia de Australia.
Otra cosita más…
Afirmaciones expresadas por los docentes:
* No sobrecargue a su hijo de actividades extra curriculares. Eso va en contra de su rendimiento.
* ¿Usted quiere a su hijo? Déle más cariño en la familia.
* Aunque su hijo parezca grande, todavía lo necesita.
* Los padres son los primeros educadores y no pueden delegar esa responsabilidad en terceros.
* ¡Ocúpese de sus hijos!
Fuente: Revista “Selecciones” – Marzo 2006, núm. 784
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